martes, 14 de enero de 2014

LOS COSTES DE LA CRISIS

 La escasez de recursos debe ponernos sobre aviso y activar todo tipo de alarmas acerca de lo que sucede cuando las familias no pueden hacer frente a sus gastos, o cuando pierden la estabilidad que proporciona un hogar seguro. Los efectos del estrés sostenido en los niños, y las consecuencias de la pérdida del hogar debería dirigir nuestra atención hacia las condiciones de éste, que sin duda predicen con cierto rigor el bienestar y el desarrollo futuro de los niños, desarrollo cognitivo si lo que nos preocupa es el éxito escolar. Los resultados obtenidos por evaluaciones realizadas en países con altas puntuaciones en el sobrevalorado y nunca suficientemente bien nombrado informe PISA, vinculan pobres resultados en habilidades lectoras y matemáticas, más problemas emocionales y del comportamiento, a las condiciones del hogar y al clima familiar inestable. Diferentes estudios muestran que pensar en los pensamientos de otra persona activa las células nerviosas de una región del cerebro conocida con el nombre de unión temporoparietal derecha, y resulta que algunas de estas células responden de manera diferente cuando somos expuestos a daños intencionales o accidentales, por lo que a la hora de tomar decisiones no conviene subestimar las consecuencias de éstas ya que, inevitablemente, marcarán el futuro de muchos. El neurocientífico Antonio Damasio acentúa la importancia del papel de la emoción en la generación de los juicios y tal como asegura Iacoboni, en su libro Las neuronas espejo, "mi cerebro entiende lo que ve, y lo que ve determina lo que siento". Jorge Moll y sus colegas, en 2002, en un estudio publicado en The Journal of Neuroscience llegarón a la conclusión de que juzgamos a los demás no sólo por lo que hacen, sino también por las intenciones que percibimos en la acción. A partir de este supuesto, siguen interesados en discernir cómo el cerebro responde cuando intentamos discriminar lo que está bien de lo que está mal, hallando pruebas de que los cambios en la química del cerebro influyen en cómo nos comportamos, cuando percibimos que somos tratados injustamente. Al medir de qué manera los cambios en la química del cerebro afectan a las reacciones de la gente, otro estudio alerta de los efectos de los bajos niveles de un neurotransmisor llamado serotonina, los resultados sugieren que bajos niveles de serotonina en el cerebro pueden cambiar las motivaciones de las personas a la hora de hacer frente a la injusticia. Por ejemplo, cuando se agota la serotonina, las personas que normalmente son más tolerantes pueden llegar a ser más felices con la venganza. Crockett señala que los niveles de serotonina pueden fluctuar cuando la gente tiene hambre o cuando está estresada. Coley y sus colegas, en una investigación publicada en la revista Developmental Psychology en 2005, con el objetivo de entender cómo la vivienda en sí, no el entorno social, podría influir en los niños, constatan que las malas condiciones del hogar tienen un impacto en los menores a través de la conducta de sus padres, estresados y desbordados por la situación. Sin embargo, asegurar que los padres tengan el apoyo suficiente para proveer a sus hijos de los mejores cuidados en el hogar, no es una tarea fácil en tiempos en los que parece ser que satisfacer las necesidades básicas, aspecto esencial para el adecuado desarrollo infantil, no es un objetivo prioritario. Craso error, pues otros análisis, que miden el costo-beneficio de las intervenciones basadas en el cuidado a las necesidades en la infancia, verifican que éstas se perfilan como garantes del desarrollo de lo que se consideran habilidades no cognitivas; y es que, a través de experiencias parentales tempranas de calidad, se produce un retorno económico a la sociedad. La adquisición de habilidades socioemocionales sanas, garantizan la atención eficaz hacia sus propios hijos en el futuro, permitiendo desarrollar amistades duraderas y relaciones íntimas satisfactorias, así como mantener un trabajo y convertirse en personas productivas y esto ocurre, a corto plazo.